Las moléculas del factor de transferencia del calostro fueron diseñadas por la naturaleza para los recién nacidos.

 No existe una limitación de edad con respecto a la administración del factor de transferencia a los infantes.  

Los factores de transferencia que recibimos de nuestras madres cuando éramos infantes ayudaron a educar y fortalecer nuestros sistemas inmunológicos para los retos de ese momento. Hoy más que nunca estamos expuestos a nuevos retos o desafíos, mientras nuestros sistemas inmunológicos se han debilitado con la edad. Fortalecer nuestro sistema inmunológico puede ser decisivo para la salud a lo largo de toda nuestra vida.